domingo, junio 18, 2006

Cuida de ellos

Cuida de ellos, mi Dios. Quiérelos, mi Dios.
Ámalos, mi Dios. Como ellos a mí.
Al llevártelos me dejas un gran dolor,
y por eso me es difícil tener fe,
perdóname sino confío en ti, señor,
pero yo, a ellos todo se lo entregué.
Dame una razón, mi Dios, sólo una.
una pequeña razón. ¡Señor!. ¡Por favor!,
dame una sola razón, para que la tormenta
que ruge en mi corazón apacigüe.
¿¡Por qué!?, señor...
si tú no encuentras una explicación para mí,
como voy yo a conseguirlo,
¡Dime, mi Dios!, como voy a conseguirlo.
¡Oh!, Sí. Biblia, así defines tus escritos, así es tu palabra.
¡Dios!, mi Dios, ¿dónde estás cuando se te necesita?.
¡Dime, por Dios!, ¿o es que no tengo más remedio,
no tengo más alternativa que pensar así?.
¿Disimular mis llantos,
bañándome en el consuelo de que pasan a mejor vida?.
O por el contrario,
¿qué tú me los has robado,
te los has llevado de mi lado, para tenerlos a tu vera?.
Dime señor, ¿no tienes suficientes discípulos en tu humilde morada?,
que tienes que inundarme en este dolor.
¿Acaso vas a cuidar de ellos como ellos lo han hecho por mí?.
Por favor, señor... ¡Dímelo!,
imaginar que tienes cosas más importantes,
imaginar que es ley de vida,
soñar con que siguen ahí en el cielo,
ver sus rostros en la luna llena,
como con ojos llorosos, me observan, me hablan:
-No sufras corazón, no llores más, estamos bien,
estamos orgullosos de ti-.
-Estate tranquilo cariño mío,
todo se ve más bonito desde aquí arriba,
estamos a tu lado a cada momento.
Dime, por Dios, ¡dímelo ya!.
¿Así es como debo imaginar?
¿Tengo que creer esas palabras bonitas,
que ha creado mi dolor, para calmarse asimismo?.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por cosas así no creo en ese Dios.

Un saludo y gracias por visitarme. Haré lo propio.

Eowin dijo...

Las personas no son robas, ni arrebatadas.. si te fijas bien esta a tu lado apoyandote en todo, los notaras a lo largo de tu vida, como te acompañan y te guian. Y si miras dentro de ti veras que tu eres la urna de su espiritu. Y mientras tu los recuerdes y los onres, ellos viviran contigo.